El viaje está siendo perfecto: un vuelo que salió en horario, sin turbulencias, hemos podido descansar, la recepción en el hotel fue excelente, la habitación es confortable, la comida exquisita… pero por algún motivo, la fiebre y un problema estomacal nos sorprenden a la madrugada. Estamos en otro país en el que se habla otro idioma, no entendemos muy bien qué nos dicen y nos cuesta explicar lo que nos sucede! Un viaje que estaba siendo muy placentero es ahora una verdadera pesadilla, un gran dolor de cabeza!
El Seguro de Viaje existe justamente para impedir que una situación de este tipo nos sorprenda estando tan lejos de casa. Pero, ¿cómo funciona exactamente?
No importa en qué país te encuentres ni cuál ha sido el motivo de tu viaje. El servicio que brinda un Seguro de Viaje es el de darte el 100% de protección mientras te encuentres en el exterior, a través de una cobertura frente a un accidente que puedas llegar a tener, o una enfermedad que te sorprenda estando lejos de tu hogar.
Es muy importante tener en cuenta que en su mayoría, los seguros de viaje que se adquieren en las correctoras de seguros son contra reembolso. Esto significa que, ante un imprevisto como un accidente o una enfermedad, el viajero tendrá que asumir la resolución de ese inconveniente, ya sea en las decisiones a tomar –médico, clínica, exámenes, etc.- como el pago por los servicios que el imprevisto requiera. Solamente al regresar a su país de origen, el viajero podrá recuperar lo gastado, siempre y cuando presente las facturas originales de los pagos realizados. Y recibirá ese dinero de acuerdo al valor del seguro que haya contratado.
Sin embargo, existen empresas que brindan asistencia real en el destino del viaje y, en ese caso, el viajero no deberá preocuparse, ya que esa asistencia contratada cubrirá los gastos, porque trabajan con una red propia.
Existen diversos tipos de seguro de viaje, tantos cuanto el tipo de viaje que realicemos: por vacaciones, por estudios, por negocios, por deportes… Y el valor de dicho seguro tendrá relación directa al tipo de viaje y al tiempo de permanencia en el exterior.
Es muy importante informar que los siguientes ítems NO SON cubiertos por ningún seguro de viaje: a) poner intencionalmente la vida en riesgo; b) drogadicción o alcoholismo; c) enfermedades preexistentes o crónicas. En este último ítem vale aclarar que los seguros de viaje cubren tan sólo enfermedades eventuales que surjan durante el viaje y que sólo productos específicos que lo detallen en el contrato, cubrirán por un determinado valor, las enfermedades preexistentes o crónicas.
Viajar al exterior requiere tener un Seguro de Viaje no sólo para poder contar con una protección total ante cualquier imprevisto, sino también porque actualmente la gran mayoría de los países lo exige como ítem obligatorio: al firmarse el Tratado de Schengen, la mayoría de los países europeos exige un seguro de viaje con cobertura de asistencia médica. También lo exigen China, Rusia, Australia, Nueva Zelanda y Cuba.