Al comenzar a organizar un viaje con rumbo al exterior, en lo último que se piensa es en la protección de la salud. Sin embargo, viajar al extranjero exige que se de especial atención al bienestar del viajero, porque la atención sanitaria en otros países suele ser carísima para el turista y un imprevisto puede llegar a arruinar un viaje por este detalle económico. Teniendo un seguro internacional de salud, el viajero tendrá toda la tranquilidad necesaria para disfrutar a pleno su temporada en el extranjero.
Generalmente la gente considera que con un seguro internacional de salud simple tendrá toda la protección necesaria ante cualquier eventualidad. Sin embargo, no es exactamente así:
Existen diversos tipos de seguros y coberturas, siempre dependiendo del tipo de viaje que se realice, la cantidad de días, semanas o meses, y la situación de quien viaja.
¿Qué quiere decir esto?
Que no es lo mismo un seguro internacional de viaje para una mujer embarazada que para un hombre que viaja por negocios. No es la misma cobertura indicada para un estudiante en viaje de intercambio que para una persona que viaja por placer durante sus vacaciones.
Y hay que tener muy en cuenta que los seguros más baratos no siempre cubren las necesidades médicas ante un imprevisto en el exterior. Es por ese motivo que se debe estar muy atento a las condiciones generales de la cobertura que se adquiera, para poder emprender el viaje con absoluta tranquilidad, sabiendo que se está llevando un seguro internacional que dará total protección al viajero durante su permanencia en el exterior.
Aún sabiendo que hay países que exigen este seguro a los viajeros que ingresan a sus territorios, el seguro internacional de salud es fundamental para estar cubierto ante cualquier tipo de eventualidad, ya sea un accidente, una enfermedad, un malestar.
Igualmente, para ingresar al Espacio Schengen, es necesario tener dicho seguro para poder obtener la Visa Schengen. Asimismo si el viaje tiene como destino a Cuba.
Los servicios médicos en el exterior son muy caros y si el imprevisto requiere exámenes complejos o internación, los valores suben muchísimo. Ni qué decir ante la necesidad de una cirugía de urgencia o una repatriación sanitaria!
Por lo tanto, nada más tranquilizador que viajar con un seguro internacional de salud, sabiendo que sólo así, ante cualquier eventualidad, el bienestar del pasajero estará protegido durante toda la estadía en el exterior.